Cuando comencé a salir con mi chico y a asumir que tenía un niña, lo primero que hice fue buscar información como loca. ¿Qué se hacía con una niña de tres años? Pero no encontré demasiada cosa, sobre todo en castellano. De hecho, recuerdo que al meter «madrastra» en Google, lo primero que me salió fue una hilera de pelis porno, mientras que al meterlo en inglés, me salieron varios artículos más o menos interesantes. Esto me hizo comprobar la poca visibilidad que tiene todavía el rol de la madrastra y las familias reconstituidas, (que es como se suele llamar en castellano a las blended families) en la sociedad española.

Por eso este post va dirigido a esas nuevas madrastras novatas que, como me ocurrió a mí, van como pollo sin cabeza y no saben por dónde empezar ni cómo enfrentarse a esta nueva situación. Eso sí, casi toda la información que he encontrado y que consumo es en inglés; en castellano no he encontrado demasiadas referencias (salvo pelis porno, claro, que hay a tutiplén).

¿Por dónde empieza una madrastra novata?

  • Instagram: Si volviera atrás, lo primero que haría sería meterme en Instagram y buscar a todas las #stepmom #stepmummy #stepmother… ¿Por qué? Porque vas a encontrar un montón de mujeres que comparten su experiencia. Esto te ayudará a ver tu papel con más naturalidad, a leer y aprender sobre el tema y, de  paso a echarte unas risas. Yo, por ejemplo, soy fan absoluta de @stepmamabear y @stepmomside porque hacen unas tarjetas (sobre todos dirigidas a las ex) desternillantes y absolutamente realistas. También estoy enamorada de @superhero_stepmom, que es una neoyorkina dedicada enteramente a su hijastro de tres añitos. Son para comérselos. Y luego está @criscampi, una madrastra valenciana muy salada que me cautivó el día que se plantó su vestido de madrastra-que-se-va-orgullosísima a la comunión del niño. Y, por supuesto, @mamadrastra ;). Aquí os dejo un ejemplo de las publicaciones de @stepmamabear. Se ve algo borroso, pero es una de mis favoritas porque es tan tan tan buena… La traduzco: «No te odio porque seas su ex, de hecho aprecio tu comportamiento psicótico porque hace que mis ocasionales ataques de irracionalidad parezcan normales».

 

  • Blogs: cuando empieces a investigar te darás cuenta de que todo está lleno de coaches que ayudan a gestionar madrastrismos, nuevas familias, etc. Todos ellos tienen blogs. En castellano me recomendaron Ser Madrastra, de una coach especializada, que forma parte de Madresfera. Pero aquí no encontraréis demasiada información, es más una web de «terapia». Un blog que me gusta especialmente es Social Stepmom, el blog de Sarah Paterson, una madrastra de 5 niños (de los 20 a los 7) y dos hijos propios (4 y 1 año) que parece que ha hecho un pacto con el diablo (la ex del marido debe odiarla profundamente). Este blog me gusta porque da una visión bastante amplia, se basa en su experiencia, pero también se basa en artículos bastante buenos de revistas especializadas. Los post se leen rápido, son frescos y, aunque a veces se pone muy trascendental, creo que es una buena lectura. Además, defiende algo que yo siempre defiendo: dentro de tu familia, lo más importante es la relación con tu chico. T

 

  • Revistas: El madrastrismo está tan asentado en algunos países que hasta hay revistas especializadas. Stepmom Magazine es una de ellas, lo malo es que tienes que suscribirte. Yo leo algunos artículos que están abiertos, pero son los menos. Los escriben psicólogos especializados en familias, pedagogos, etc. y suelen ser interesantes. Ahora, no sabría valorar ahora si merece la pena suscribirse.

 

  • Huffington Post: la edición estadounidense del Huffington Post suele publicar artículos sobre madrastras. Son articulitos con consejos y demás que suelen ser interesantes. Aquí os dejo uno de ellos: «10 brutal truths about being a stepmom«.

 

Espero que esto os ayude a tomar contacto con este tema. Poco a poco iréis encontrando más cosas. Es una pena que no haya demasiado en castellano, pero llegará, aunque siempre podemos meterlo en el traductor de Google y listo. Por cierto, os adelanto ya tres consejos que dan siempre: uno, tu pareja es lo más importante; dos, mantén la boca cerrada (jamás le hables a los niños mal de sus madres, aunque las odies profundamente, como es mi caso); y tres, ¡búscate un psicólogo! (si lo necesitas, claro).

Por cierto, ¿recomendaciones de las más experimentadas?