Creo que todas las madrastras nos preparamos para ese momento en el que nuestro hijastro nos dice:

¡Tú no eres mi madre!

Pero como madre, y también como madrastra, no me había preparado para otro momento que a mí me está resultando muy complicado a nivel emocional, el de nuestro hijo diciéndole a su hermana:

¡Mamá es mi mamá, no tu mamá!

Mi hijastra me llama por mi nombre, tanto dentro como fuera de casa. Sin embargo, muchas veces, cuando habla con su hermano, se refiere a mí como «Mamá». Por ejemplo:

Pregúntale a mamá si podemos jugar con esto

Generalmente, no supone ningún conflicto, pero hay ocasiones en las que, o estamos tocanarices o estamos celosillos, y ese «mamá» hace que se monte una guerra.

El otro día, por ejemplo, mi hijo estaba enfadado. Estaba en uno de esos días que tienen los niños en los que todo les molesta, están más sensibles, lloran por todo, encadenan rabietas… Su hermana le dijo algo que no recuerdo, pero era una frase en la que se refería a mí como «mamá», y totalmente enfadado le responde:

-¡Mamá no es tu mamá, es mi mamá!

No es la primera vez que ocurre y mi respuesta siempre es la misma, pero el otro día me dolió especialmente y sé que a ella también. Normalmente ella le responde, pero en esta ocasión se fue a su habitación directamente sin decir nada.

No sabía muy bien qué hacer. Por un lado, el niño estaba llorando en la cocina; por otro, ella estaba en su habitación. ¿A quién atender primero? A ella. Me fui con ella.

Estaba seria e intenté explicarle que sabía que le dolía que su hermano hubiera dicho eso y que a mí también, pero que lo decía porque estaba enfadado y porque a veces tenía celos. Y que era algo normal, pero que le enseñaríamos a reaccionar de otra manera. Sin embargo, ella no reaccionaba. Seguía seria y muy dolida.

Le di un beso y me fui con él, quien desde la cocina me decía insistentemente:

-¡Conmigo nadie habla! ¡A mí nadie me hace caso! ¡Estoy solo!

Y hablé con él. Y le volví a repetir lo que siempre les digo a ambos (incluso cuando ella se queja porque dice que su hermano es mi preferido porque es mi hijo y ella no): que para mí son los dos iguales y que lo que había dicho le había dolido a su hermana y también a mí.

Así que lo cogí y fuimos al dormitorio de su hermana. El objetivo era pedirle perdón, pero sin esperarlo me vi diciéndoles algunas cosas, otra vez, a los dos. Les dije que no importaba que solo fuera la mamá de uno de ellos porque para mí los dos eran iguales. Que ella no había nacido de mi tripa, pero que había nacido desde mi corazón. Quería dejárselo muy claro a él, pero especialmente a ella. Mi hijo, ya relajado, le dio un beso a su hermana y ella, que tiene un corazón enorme, le perdonó automáticamente y a otra cosa. Pero sé que se quedó con el runrún y yo me quedé con el dolorcillo en el pecho.

Como digo, esto ha ocurrido más veces y ahí vamos, trabajándolo como en su día trabajamos el «Tú no eres mi madre» o el «¿Entonces yo tengo dos mamás»? Pero esto no lo estoy llevando nada bien. Esto me duele mucho, no lo puedo evitar.

Sin embargo, como ya llevamos tiempo con ello, también he visto otras reacciones. Por ejemplo, un día mi hijastra se enfadó conmigo y mi hijo fue detrás de ella a decirle:

-No te enfades, aunque mamá no sea tu mamá nos quiere a los dos igual

No tenía nada que ver con lo que había ocurrido, pero supongo que fue la forma que él tenía de decirle: Oye, ¡que mamá te quiere mucho!

O el otro día, cuando mi hijo tuvo otra salida de tono y su hermana le dijo:

-Ya sé que no es mi mamá, pero somos iguales para ella.

Cuando ocurren estas cosas, compruebo que el enfado y la reacción es cosa del momento, pero que los dos tienen este tema claro. Eso no quita para que cada vez que mi hijastra se siente mal por esto, a mí me duela y quiera abrazarla y protegerla y decirle mil veces que puede llamarme como quiera y que la aunque no la he parido, la he criado, así que no hay diferencia. Y lo hago. Se lo digo siempre que puedo, pero hay veces, como el otro día, que tengo la sensación de que no le llega el mensaje y, si le llega, no es suficiente para reparar el daño del comentario.

En fin… que esta es una de esas cosas con las que yo no contaba. Y para mí está siendo difícil. A ver si pasa pronto.