Llega el divorcio y con él se despliega un batallón de progenitores  colombófilos.

La colombofilia es la cría y adiestramiento de las palomas mensajeras. Y eso es lo que algunos progenitores creen que son sus hijos: palomas mensajeras a las que ponerles en la patita una nota dirigida al otro progenitor o a las que adiestrar para que le pidan a su padre o a su madre lo que al progenitor en concreto le venga en gana.

Bien es cierto que, cuando se tiene un hijo en la edad adulta (y más ahora que los tenemos casi cercanos a la pre-senectud), se da por hecho que también se tiene capacidad de comunicación con el otro progenitor. Sin embargo, no siempre es así. O sí lo es, pero no nos da la gana.

 

Utilizar a los hijos como palomas mensajeras

Hoy la niña ha venido con un recado de #SuMadreQueSoyYo.

 

-Papá dice mamá que le devuelvas mi camiseta de manga corta rosa
-Esa camiseta es tuya y tus cosas pueden estar en las dos casas. Además, hace frío, ya no te la pones.
-Ya, pero quien compra las cosas tiene derecho a tenerlas

 

La he mirado y he visto a un mico soltando por la boca una frase morfológica, sintáctica y léxicamente desajustada a su edad: «Quien compra las cosas tiene derecho a tenerlas». Una inferencia, por otro lado, sobre la que habría mucha tela que cortar, pero que se ajusta perfectamente al raciocinio de la parte contraria. Automáticamente, he visto la alargada sombra de #SuMadreQueSoyYo adiestrando a su hija con tamaño argumento.

Mientras yo hacía el zumo de naranja (lo siento, mi vida, pero te juro que he entendido que tú no querías zumo), la niña seguía con el runrún.

Que tenía que llevársela a su madre
Que su madre se la había pedido
Papá, es que tengo que llevársela a mamá…

 

Normalmente no me meto en estos temas, pero hoy ya no me he podido callar:

-Mi vida, en cualquier caso, eso son cosas de papá y mamá, no tuyas. Ya hablarán ellos y verán qué pasa con la camiseta de manga corta. Seguro que si mamá la necesita, se la pedirá ella misma. Tú por eso no te preocupes.

 

Mi chico ha tratado de explicarle que sus cosas pueden estar en ambas casas. Y le ha puesto ejemplos de cosas que  ha comprado él y que sin embargo están en casa de mamá y no pasa nada ni se las ha pedido (ropa, juguetes, pinturas, etc.).

Es curioso, pero cuando intenta razonar estas cosas con ella y ella se da cuenta de que efectivamente es así y es lógico,  le cuesta aceptar que tiene razón y sigue intentando justificar a su madre siempre con frases que exceden su capacidad de comprensión y que las mete con calzador. Frases hechas.

Puede que penséis: ¿Y por qué le da explicaciones? Con decirle que se lo pida su madre, basta. No, no basta. En estos casos ella se siente una extensión y representante de su madre. Nos hemos dado cuenta que es mejor que entienda el conflicto y racionalice la situación a darle una negativa de forma automática.

 

Comunicación y responsabilidad tras un divorcio con hijos

La comunicación con tu ex tras un divorcio no es plato de buen gusto, sin embargo, cuando tienes hijos la responsabilidad para con ellos tiene que prevalecer ante cualquier otra cosa.

Utilizar a los hijos como palomas mensajeras es una forma de involucrarles en un conflicto que no les pertenece y del que debemos mantenerlos al margen. Puede que a priori te resulte más fácil, más sencillo o incluso más útil comunicarte con tu ex a través de ellos. Es más, puedes encontrar en esto una vía para posicionar a tu hijo en tu escuadrón de batalla. Pero esta fórmula, sea cual sea la razón que te lleva a elegirla, termina siendo muy dañina para los niños, quienes perciben una lucha entre los progenitores que no les beneficia en absoluto.

Los menores siempre son los seres más vulnerables y los, hijos, supuestamente, los seres a quienes más queremos. Queramos bien y actuemos con responsabilidad.