Hoy voy a hacer un Elogio de la Locura e Incoherencia y a lo que yo llamo El Síndrome de las Liebres de Marzo porque si hay algo a lo que nos tenemos que enfrentar todos los pertenecientes al Club de Damnificados por una #SuMadreQueSoyYo es a eso de:

Si lo hago yo, está bien
Si lo haces tú, es un cataclismo

 

Como sabréis, uno de los objetivos de cualquier #SuMadreQueSoyYo que se precie es hacer creer que los niños, cuando están con el padre, corren un peligro inminente: que es muy probable que estando en la playa un tiburón salga a la orilla y se los trague porque el padre no los vigila lo suficiente. Es más, que es muy muy probable que desarrollen una enfermedad súper rara cuyos síntomas solo presenta cuando están con ella y todo porque el padre, no solo no los cuida, sino que además, los descuida a propósito.

Dentro de esta situación, una situación muy loca y que supongo os resulta muy familiar, se da una subcategoría de locura que yo llamo el Síndrome de las Liebres de Marzo porque no sé si sabréis que las liebres, cuando llega el mes de marzo, se trastornan y comienzan a tener comportamientos sin sentido y contradictorios. Esto no lo digo yo, lo dicen los expertos en liebres (liebrólogos para los amigos), y parece ser que está relacionado con la época de apareamiento. Pero bueno, esto es otra historia.

 

El Síndrome de las Liebres de Marzo

El Síndrome de las Liebres de Marzo lo sufren muchas #SuMadreQueSoyYo y se trata de un trastorno que hace que perciban un hecho o comportamiento como positivo si lo hacen ellas, pero como negativo si lo hace el padre. Podríamos resumirlo en dos frases:

Si lo hago yo es bien
Si lo haces tú es mal

 

Este síndrome afecta a todos los aspectos de la vida del niño y de la nueva familia, que se vuelve loca porque ya no sabe si lo está cuidando o lo está mandando a la tumba. El Síndrome de las Liebres de Marzo es muy recurrente y muy peligroso porque la víctima (en nuestro caso, nosotros) experimenta tal cortocircuito que, por un momento, no sabes si el loco eres tú o es el otro.

 

Locuras de cualquier libre de marzo que se precie

A estas alturas del post no me cabe duda que ya sabéis de qué estoy hablando y habéis detectado qué tipo de incoherencias o locuras puede llevar a cabo una Liebre de Marzo. Pero voy a desgranarlas para los que todavía estén en esa fase de: me va a sacar loco.

Dar chocolate es mal (o bien)

El tema chocolate es un buen ejemplo. Como bien sabéis, una de las fiebres que vivió #SuMadreQueSoyYo fue la del chocolate (chocolate, galletitas, bombones…) todo lo que sea marrón y lleve azúcar.

Para nuestra libre de marzo el chocolate es nefasto, una bomba, un veneno, peor que la quinina, mucho peor que la toxina botulínica ingerida. Es un cóctel de azúcares, hidróxidos, peróxidos, E526474 E4145. Es tan peligroso que le dice a la niña que no lo tome.

Sin embargo, como buena liebre de marzo que se precie, le mete chocolatinas para tomar a media mañana, le hace bocatas con chocolate… Claro, diréis, ¡es que no se puede estar tomando chocolate todos los días! Vale, pero no entiendes bien por qué el nuestro es letal y el suyo no.

 

Las piscinas y las otitis

Este es otro melón para las buenas liebres. Cuando llega el verano y los niños están en piscineramente festivaleros las otitis aumentan. Esto ocurre en todos los niños, no solo en los hijos de padres divorciados, sin embargo, en este caso puede impulsar unas cautelares. ¿Por qué?

¡¡¡Porque cuando está con su padre se pasa todo el día en la piscina!!!

 

Cualquiera sabe que el origen de una otitis es este, independientemente de que la niña lleve todo el año yendo tres veces semanales a natación, actividad contratada por la madre porque, como todos sabéis, el agua de la piscina a la que la lleva mamá no produce otitis, mientras que el agua de la piscina a la que la lleva papá, sí.

Esto es así, científicamente hablando (podéis confirmarlo con los liebrólogos).

 

Las hamburguesas

Si hiciéramos un estudio descubriríamos que las hamburguesas son el origen de la mayor parte de los enzarzamientos de los progenitores divorciados. Para #SuMadreQueSoyYo las hamburguesas y Hannibal Lecter están al mismo nivel de peligrosidad. Es más, está segura de que si la niña se quedara a solas con una hamburguesa, la hamburguesa se comería a la niña y ella se quedaría sin hija. Esto es así.

Por eso, y como es una agonías, en su imaginario de «Madre de niña maltratada a propósito por un padre desconsiderado que se lo pasa chachi haciéndole putaditas a su hija», piensa que la niña está en el McDonald´s desde que se levanta hasta que se acuesta. Es tal el pavor que le tiene que las hamburguesas han tenido un lugar en algún burofax y, sobre todo, en algún escrito de la #AbogadaContrariada.

Bien, pues resulta que el McDonald´s o el Burguer o el VIPS o cualquier sitio donde sirvan hamburguesas, solo es peligroso cuando la lleva Papá. Cuando la lleva ella debe ser que las hamburguesas son de carne de ternera orgánica recién picada e ir allí es un planazo de chicas.

 

¿Tiene solución una liebre de marzo?

Interceptar una liebre de marzo no es fácil, aunque sí lo es detectarla. Si tú también la tienes, poco te puedo decir más que intentes tomártelo con humor.

No intentes por nada del mundo hacerle entender que hay una incoherencia en su comportamiento, porque te sentirás frustrado.

No intentes por nada del mundo intentar explicarle por qué una hamburguesa no puede comerse a la niña, porque está claro que no vas a ver el peligro y eso será utilizado en tu contra por ser un padre irresponsable.

Y, sobre todo, no intentes por nada del mundo hacer lo que hace ella creyendo que lo vas a hacer bien (ni siquiera por puro agotamiento emocional) porque hagas lo que hagas lo estarás haciendo mal.

¿Solución? Haz lo que te salga… (iba a decir una ordinariez)…de la cordura. Y sigue adelante como dios te encamine. Piensa que todos tenemos una cruz, y a ti te ha tocado esa.

Por cierto, una liebre de marzo era la liebre de Alicia en el País de las Maravillas. ¿Recordáis el momento del té con el Sombrerero Loco? Pues todo así.

Nota: Por cierto, ¿y qué os parece el tema de las picaduras de mosquito? ¡Qué poco te cuida papá, que vuelves de las vacaciones con picaduras! Y qué bien te cuida mamá, que traes picaduras porque oye, te lo has pasado fenomenal por las noches al aire libre. ¡Benditas liebres!