Tras escribir «La maternidad en Instagram» me ha venido a la mente: «…y un Señor de Murcia». Supongo que, ante la situación tan cómica a la que me retrotrae lo de «las gambas a la gabardina para cenar», la mente me ha llevado al gran Miguel Mihura.
Desde que me quedé embarazada empecé a tener interés por nuevas cuentas de Instagram: embarazo, maternidad, lactancia, ropita… Eso me llevó a un mundo que conocía por refilón: el de mis amigas, las madres instagrammers, que contaban el día a día con sus hijos y sobre las que siempre pensaba lo mismo:
¿Cómo c..ñ.. tienen tiempo de hacer todo eso y aparecer tan monas?
Bueno, el caso es que, conforme ha ido creciendo el peque, he ido siguiendo cuentas nuevas y ha sido con el tema de la alimentación complementaria cuando mi cabeza ha petado.
Mi maternidad: teta y purés
Aunque al principio me llamó mucho la atención el Baby Led Weaning, yo decidí darle purés tras escuchar algunas experiencias. Así que pasé de la lactancia exclusiva a los purés. Y por ese camino hemos ido avanzando, intentando mantener un equilibrio entre lo que se supone que hay que hacer: todo muy natural, muy respetuoso…; y lo que muchas veces te impone la vida: algo artificial como la leche de fórmula, y menos experimental como un potito (de Smileat, por supuesto).
El caso es que, desde hace un par de semanas, ya le doy trocitos (con un cuidado brutal y sudando cada vez que le oigo carraspear) porque he leído que a partir de los 9-10 meses hay que empezar a fomentar la masticación. Y, por eso, hoy me he visto haciendo las famosas tortitas, tortitas en este caso de patata, brócoli, zanahoria y merluza. Sin huevo, porque todavía no se lo he dado. Y con harina integral.
Qué decir tiene que no es lo mismo hacer unas tortitas para IG, con tu tiempo y tus cosas, que en tu casa (la mía en este caso)
- mientras mandas correos entre berreo y berreo de tu hijo
- con la cocina casi sin recoger desde la cena de la noche anterior porque caímos destruidos después de todo el día
- sin recoger el desayuno porque teníamos los dos una reunión a las 9.00 h.
- sin recoger nada porque desde las 8.50 h el niño no ha dejado de graznar y son las 12… En fin.
Y no es lo mismo que el bebé se ponga perdido para la foto de turno, que termines con el suelo hasta arriba de comida que acaba pegándose y pisoteada ahí porque el niño ha terminado de comer justo cuando tienes otra reunión; tus compañeros te reclaman un informe; y esa persona a la que le dijiste hace una semana que sí, que le enviabas ya la presentación, te llama preguntando qué pasa con ella.
En fin, que todo esto (en pijama y con la cara sin lavar, por supuesto) me ha hecho pensar que, o todas las de IG son súper mujeres; o yo soy un desastre de remate; o las instagrammers mienten como bellacas. Y también me ha recordado una anécdota que ocurrió hace unos años con #SMQSY y que, en medio de tanto agobio, me ha hecho reír.
Su Maternidad: gambas con gabardina para cenar
Como sabéis, nuestra #SMQSY es muy de fiebres: igual tiene la fiebre del «no le bañas», que la fiebre del «me robas ropa», que la fiebre del «no la alimentas como es debido». El caso es darle vueltas a la gramola. Bueno, pues hace como tres años tuvo la fiebre de la comida mega sana.
Por aquel entonces, el colegio proporcionaba a los padres un calendario con el menú mensual del cole y varias propuestas de cenas, con el fin de complementar las comidas y que tuvieran una dieta equilibrada. Esto, en nuestro caso, suponía una coordinación extra por el régimen de visitas que tenemos.
El caso es que a #SMQSY le dio por decirle a los Servicios Sociales que la niña cenaba todas las noches salchichas, cuando no era así. Y esto hizo que los Servicios Sociales, que entonces todavía pensaban que era una persona normal, intentaron que el padre ampliara el menú a pesar de que les decía que lo que la madre contaba no era cierto.
Bueno, pues en esas estaban cuando #SMQSY le recrimina que no siguiera el menú que proponía el colegio.
-Ese menú no es obligatorio, es un menú orientativo para complementar las cenas.
-¡Es el menú que tiene que seguir!
-Pero vamos a ver, Chari, aquí pone: cuscús con cordero; pollo marinado con chucrut y edamames salteados; gambas a la gabardina… ¿Tú le haces esto de cenar? Porque a mí me dice que cena tortilla francesa…
-¡Sí! Le hago gambas a la gabardina, ¡claro que sí!
Y así fue como, aparte de despicharme cuando me lo contó, fantaseé con estar delante del juez acordando las cenas de lunes, miércoles y un viernes de cada dos.
Ni qué decir tiene que, como algunas instagrammers, esta también mintió como una bellaca y, en vez de gambas a la gabardina, le hace una tortilla francesa y algo más, como todo hijo de vecino. Pero bueno, ya sabéis que en los divorcios a veces hay competis para ver quién escupe más alto.
En fin, que he decidido que voy a dejar de mirar Instagram. E igual que no me angustio por ver que Malena Costa tiene unas súper alegrías y un culazo maravilloso con dos hijos (y todo el tiempo del mundo para hacer sentadillas), no me voy a agobiar por que no pueda hacer las galletas de avena, aceite de coco, bebida vegetal y dátiles de Medjoul. En ambos casos me echaré el alma a la espalda y que sea lo que dios quiera.
Por cierto, #SMQSY sigue dando la brasa con la comida. Espero que algún día su hija le diga que en esta casa come más lenguados que hamburguesas, y no tanto surimi como en la suya.
27/05/2020 at 18:02
Jajaja creo que a todas las #SMQSY les da por la comida mega sana en algún momento y al fin de todo se da uno cuenta que los peques comen más cosas sanas por estos lados que por los suyos. Me parece súper gracioso porque viví una situación idéntica ???
07/09/2020 at 13:29
Yo sufro de ex-cuñada. A La Niña la recogía la abuela martes y jueves, la #smqsy se puso muy pesada con que La Niña debía merendar kiwis y naranjas. Total que ahí iba mi madre, con el kiwi y la naranja. Y La Niña que no se lo quería comer. Varios días ya. Al final, preguntando a La Niña:
-Abuela: Pero cariño, mamá ha dicho que tienes que tomar kiwis en la merienda.
-La Niña: No me gusta, yo quiero lo de antes. (La abuela antes le llevaba sándwich casero de jamón y queso y un plátano, jamón cortado con picos y zumo, queso con uvas, esas cosas. Pero tenía que ser kiwi.)
-Abuela: Bueno, dime cómo te lo prepara mamá y te lo traigo igual.
La Niña: ¡Mamá me da un donut!
-Abuela: e_e
True Story
03/10/2020 at 04:08
Gran aporte a tu blog admin, la verdad es que es un blog con mucha info, gracias por compartir