Este jueves tuve la oportunidad de participar en las Shubertiadas Jurídicas de BBrainers, un foro dirigido a intercambiar opiniones, en esta ocasión sobre Derecho de Familia. Durante dos horas (que se pasaron volando) se abordaron, de forma trasversal y desde una óptica constructiva, algunos de los retos a los que nos enfrentamos en este ámbito.

Cuando me invitaron no supe muy bien qué iba a pintar yo ahí, rodeada de jueces, fiscales, abogados, psicólogos forenses… y teniendo en cuenta que soy una lego (que en su idioma es «alguien que no tienen ni idea e intenta explicarte las cosas metiendo la pata constantemente»). Pero conforme se desarrollaba la sesión supe que sí, que también tenía un hueco ahí porque representaba a las familias, es decir, a quienes vamos a los juzgados de Familia en busca de Justicia (que unas veces se presenta en forma de horas con los niños y otras en poder hacer realidad el derecho a decidir de forma conjunta sobre su futuro).

 

Algunos Retos en Derecho de Familia

Durante la sesión, todos los participantes (siete en total), abordamos algunas cuestiones en forma de retos que creemos importantes. Salió el reto de la custodia compartida, el reto de la paridad; hablaron del reto de la especialización (porque sería estupendo que pudiesen especializarse para que un juez no tenga que saber de familia, medio ambiente y mercantil); salió el reto de la dotación de recursos (¿sabéis que hay fiscales de trinchera que trabajan en juzgados de pueblo y, además de hacerlo con abrigo porque no hay calefacción, tienen ocho o nueve casos cada día? Luego nos sorprendemos cuando nos da la sensación de que no conocen nuestro caso. Afortundamente, hay profesionales magníficos como los que vimos ahí que sacrifican una importante parte de su vida personal para poder hacerlo lo mejor posible. Pero sí, con más recursos todo sería mucho mejor).

También se habló de la exploración de los menores, de si hay que evitarla o no, o de cómo abordarla. Y, por supuesto, de feminismo y de custodia compartida, que no están reñido, al revés, deben ir de la mano. Por nosotras. Por nosotros. Por ellos. Y por ellas. Y, cómo no, se abordó la necesidad de los mediadores de co-parentalidad, una figura en la que se tienen puestas muchas esperanzas (espero que la falta de recursos no haga que el mediador tenga que atender 37 familias al día, porque entonces estamos apañados). En mi caso, hablé de la necesidad de poner realmente al menor en el centro de interés de nuestras decisiones, por encima de los intereses, apetencias y caprichos de los progenitores.

 

¿Por qué salí con subidón?

  • Porque, como ciudadana que en alguna ocasión ha necesitado acudir a la Justicia, me ha dado una visión más amplia del trabajo, los retos y los límites a los que se enfrentan jueces, fiscales, abogados, psicólogos forenses…
  • Porque he visto que los problemas que nosotros vemos diariamente en nuestros procesos también les afectan a ellos y que están intentando cambiarlos, cada uno, desde su puesto. No es fácil.
  • Porque creo que este tipo de foros puede ser muy interesante para acercar el mundo de la Justicia a quienes no tenemos ni idea, comprendiéndolo y entendiéndolo.
  • Porque vi que hay mucha gente con ganas de rebelarse, de hacer mejor las cosas y que sus planteamientos no están tan alejados de nuestras necesidades, aunque ellos también tienen límites que no siempre dependen de su persona.
  • Porque conocí a muchas personas que están en nuestra situación, luchando y luchando por sus hijos cada día. Cada día. Y que no pierden la esperanza de poder seguir haciendo las cosas bien. No hay que rendirse.

 

¿Por qué salí con un pelín de bajona?

  • Porque cuando salí de allí y me metí en mi coche volví a caer en mi realidad y me dio pena y rabia que nuestro equipo psicosocial haga las cosas de forma tan distinta; que nuestro juez siga sin querer celebrar; y que los Servicios Sociales sigan sin tener arrojo para hacer un informe de lo que realmente está pasando y que sí han compartido con mi pareja verbalmente; y que, en definitiva, nosotros seguimos en un callejón, no sin salida, pero con una salida laberíntica que no sabemos si vamos a encontrar alguna vez o si la encontraremos a tiempo.
  • Porque entiendes que, más allá de las las leyes y del Derecho, hay personas. Y tan importante es su formación como su implicación y ganas de hacer cosas (como en todas las profesiones). Salí enamorada de los participantes, pero con la sensación de que, muchas veces, el resultado de tu proceso depende de que te toque en un juzgado o en otro (con sus limitaciones, sus recursos…), independientemente de cuál sea tu caso. Pero también salí con la convicción de que la Justicia está por encima de cualquier piedra en el camino. Y eso fue gracias a ellos. ¡Gracias!

 

Sé que no todas las personas que se dejan la piel en estos procesos (y muchas veces el corazón, porque lo que he aprendido durante estos años es que los abogados de familia tienen que tener muchísimo corazón) estaban en este foro. Esa misma mañana pude hablar con una abogada, por ejemplo, que no fue, pero sé que se deja la piel un día así y otro también con sus clientes, algunos ya, después de tanto tiempo, han llegado a ser amigos. También sé que faltaban muchas personas que sí lo necesitan, por lo que animo a participar en estas charlas.

Creo que este tipo de actos son importantes para todos: para quienes no tenemos ni idea del asunto, pero estamos metidos en él, porque nos ayudan a entender la realidad; y para quienes están dentro del ámbito de Familia porque pueden seguir buscando fórmulas para hacerlo mejor. Para mí ha sido una experiencia muy positiva y he salido feliz.

 

Por una Justicia con recursos

Además, también me hizo plantearme una cuestión: lo importante que es para los ciudadanos que la Justicia cuente con recursos y lo poco que nos importa. Parece ser que eso no va con nosotros hasta que llega el momento de pasar por el Juzgado y entonces pedimos garantías. Es como si pedimos que nos salven la vida con una Sanidad sin recursos. Pero con la Justicia y sus necesidades no nos implicamos, es como si no fuera con nosotros, pero va. Por eso es importante que los ciudadanos salgamos a la calle también en este caso. Porque la Justicia también va con nosotros.

Enhorabuena a la organización y a los participantes. Y gracias a los jueces, fiscales, psicólogos y abogados por su implicación para que las cosas terminen lo mejor posible (los que estaban allí y los que no). Y millones de gracias por contar conmigo y darme la oportunidad de compartir mi visión.

 

PD. Tengo que decir que el pelín de bajona duró tan solo unos instantes porque recibí muchísimo cariño, porque sé que tenemos fuerza y ganas para seguir adelante y porque sé que, antes o después, va a llegar porque yo sigo creyendo en la Justicia y en las personas que hay detrás. Y después de conocer a quienes conocí el otro día, más todavía.

 

#SoyBBrainers