El otro día los Servicios Sociales decidieron hacer una vídeoconferencia con mi chico y su ex para ver qué tal va el chocho que tienen montado. Esto me permitió poder asisitir (con la oreja pegada a la puerta, claro está) a la conversación. Es cierto que puede parecer que soy una cotilla, pero siempre he tenido mejor memoria que mi chico, así que quería asegurarme de que no se dejaba nada en el tintero. Tal y como esperaba, no leyó ninguno de mis whatsapp durante la conversación.

Además de denunciarle ante ellos por Violencia de Género una vez se vio acorralada por los argumentos que exponían una y otra parte (asegura que recibe amenazas de muerte constantes, pero no va a denunciar a una comisaría porque ella solo quiere pasar página, aunque espera que denuncien ellos la situación… cri cri cri)*, salió a colación el tema que nos ocupa hoy:

Por primera vez hizo alusión a nuestro hijo

Esto es algo que llevábamos esperando desde hacía tiempo. Bien es cierto que ya había hecho una avanzadilla hacía un par de meses cuando envió un correo muy ofuscada porque, al parecer, «el niño» despierta a su hermana por la noche y, por esta razón, mi hijastrita suspende.

Sin embargo, ninguna denominación hacia él se había escapado jamás del cerco de sus dientes, que diría Zeus a Atenea. Este era un tema que nos tenía expectantes porque, lo que sí es verdad, es que las dos únicas veces que la peque le ha hablado a su madre sobre su hermano, esta (la niña) no ha sabido cómo referirse a él: si por su nombre, si por la relación que les une… Ha titubeado bastante y, finalmente, le ha llamado por su nombre, pero en voz bajita y muy rápido para que pasara inadvertido supongo.

Pero el otro día tuvimos la oportunidad de escucharlo en un contexto, además, «esperanzador» porque, aunque dubitativa, aceptó que bueno, que quizás sí puede ser que su hija esté bien en nuestra casa y, ahora viene lo mejor…

Ahora que convive con esa persona nueva

¿»Esa persona nueva»? Really? Jajajajajaja. ¡Me ahogo!

Mi chico no me ha dicho nada, así que no se debió escuchar mi carcajada, aunque yo sí oí la suya; pero vamos… No esperaba, por nada del mundo, que se fuera a referir a él en esos términos.

Entiendo perfectísimamente que no debe haberle hecho nada de gracia que hayamos tenido un hijo, pero somos adultos y creo que podemos mantener la compostura. No esperaba, ni espero, que se refiera a él como el hermano de su hija porque está haciendo un esfuerzo brutal para que le quede claro que no es su hermano, sino su «medio hermano». Simplemente pensaba que se referiría a él por su nombre. Sin más.

Claro, después de esto intentó convencer a los Servicios Sociales de que ella trata con total naturalidad el tema para que la peque esté cómoda en casa y que si la niña se muestra esquiva con nosotros o con el niño es culpa nuestra, no de ella.

*Afortunadamente los Servicios Sociales nos han informado de que no van a denunciar su «denuncia». También nos han dado ánimos para bregar con el asunto. La pena es que, teniendo tan claro qué es lo que busca y cómo está utilizando el tema de la VG para sacar rédito en el proceso y machacar a la otra parte, no den la voz de alarma.