Hasta hace un par de semanas, cuando me metí en el coche a las 6.00 am y, en vez de saltar Pepa Bueno (Hoy por Hoy) como ocurre cada día, saltó la canción de La Aldea del Arce, no fui consciente de que esto de tener una hijastra va en serio. Bueno, esto último es un mero recurso dramático para ponerle emoción al post. Realmente lo supe hace tiempo y lo que ocurrió fue que había olvidado que la tarde anterior había llevado a la estupendísima (porque es un amor) madre de mi chico y a ella detrás, bailando al ritmo de Mecano mientras hacían una coreografía de Maquillaje punto por punto y sombra por sombra (y detrás de Mecano viene La Aldea del Arce en su lista de Spotify).

 

Una playlist en Spotify solo para ella

Hace ya tiempo decidí hacerle una playlist en Spotify con las canciones que le gustan y, justo en ese momento, supe que este koalita que mi chico traía en la mochila me había secuestrado absolutamente. Aunque estoy consiguiendo no ponerle ni una sola canción de ese grupo del demonio que es Pica Pica, este verano estamos escuchando en bucle «Súbeme la radio« y la del «pamíopamanadie», que es como ella llama a «Me enamoré», de Shakira. Para ser honestos, mi querida hijastrita ha desarrollado un gusto musical bastante ecléctico y puede sorprenderte con cualquier cosa, pero hay algunas canciones que le gustan bastante y que quiero compartir por si queréis incluirlas en vuestra lista de Hits de Madrastras (canciones aptas para niños de 5 años): 

  • Superguay, de La Casa Azul: este grupo le encanta. Tiene canciones muy naíf y muy chispeantes y se arranca a bailar sin pensárselo. Sus canciones le ponen muy feliz y se recorre la terraza dando saltitos, vueltas y levantando las manos como si no hubiera un mañana. Yo le acompaño porque es un grupo que siempre me ha dado muy buen rollo y me recuerda a cuando era una mujer soltera sin hijastras y me ponía mi vestidito de KLING, mis labios rojos y me pasaba las tardes en Malasaña tomando mojitos y tarta de zanahoria.

 

  • Loca, de Shakira: esta es una de sus canciones favoritas. En realidad, Shakira le encanta, cante lo que cante. A mí se me pone un pelín el vello de punta cuando la niña canta al son: «Soy loca con mi tigre. Loca, loca, loca», porque con esa madre tan cuerda igual me veo en una comisaría por fomentar vetetúasaberqué.

 

  • Barcelona, BSO Vicky, Cristina, Barcelona: su padre todavía no se explica por qué le gusta esta canción, pero lo cierto es que le encanta (y a mí también). Cuando la he llevado al cole en alguna ocasión puntual (porque su padre es un padrazo y hace encaje de bolillos para llevarla él todos los días), se la he puesto y hemos llegado tan felices las dos. Ahora ya es imposible escucharla y no acordarme de ella.

 

  • BSO Grease. Grease fue el origen de todo. Una noche se me ocurrió ponerle You´re the only that I want y se volvió absolutamente loca. Era la hora de dormir y lo que empezó como un baile mientras nos lavamos los dientes (porque nos encanta ponernos frente al espejo y hacer coreografías mientras procedemos a tan aburrido como necesario gesto higiénico), terminó como un auténtico musical con todas las coreografías posibles (saltando en la cama, recorriendo la casa…). A su padre casi le da un ataque. Al día siguiente, como siempre, era él quien tenía que despertarla a las 7.45 h. Lo siento, amor.

 

  • Las BSO de las pelis de vaqueros, concretamente la de «El feo, el bueno y el malo», que es su favorita y «la canción de papá». Una de sus fascinaciones es Ennio Morricone y las BSO de las pelis de vaqueros que hizo le encantan. De hecho, recuerdo que al principio, en cuanto subíamos al coche, la pedía y teníamos que bailarlas los tres. Todavía no comprendo qué le atrae tanto de este género: las pelis de indios y vaqueros son las únicas que consigue ver si mover ni una pestaña.

 

  • Oh, Pretty Woman, de Roy Orbison. Este ha sido el tema del invierno 2016-2017. Un imprescindible cada vez que subíamos al coche. No podíamos parar de escucharla (obligatoriamente), cantarla y hasta de hacer el rugido. Grrrrrr. «Papá, pon pery goman», decía. Me la como.

 

  • Surfin U.S.A., de Beach Boys. La música de los 70 le maravilla y no duda en lanzarse a la pista y bailar con todos los clichés propios de la época: desde «me tapo la nariz y me sumerjo en una piscina imaginaria» hasta «me coges y me deslizas entre tus piernas como si fueras John Travolta (y, de paso, te fastidias la espalda como lo que verdaderamente eres: una madrastra de 36 tacos ya)».

 

En fin, estas son algunas de las canciones que están formando parte de la BSO de esta aventura del Madrastrismo. Este año empezaremos a tomárnoslo más en serio y poner un poco de cordura. Hay que sumergirla seriamente en el indie y en el ambiente festivalero para, dentro de nada, montarnos un Plan de Chicas (de esos que tanto le gustan) y volver a ponerme mis vestiditos de KLING, mis labios rojos e irme con ella a Malasaña a pasar la tarde tomando tarta de zahoria y zumitos mientras escuchamos Los Planetas, Sidonie o Lori Meyers en el Vacaciones Cocktail Bar o en Lolina, por ejemplo, donde he pasado tantos buenos ratos. A ver si le gusta <3.