Los suspensos de mi hijastra es algo con lo que llevamos bregando desde hace tres cursos. Rara es la evaluación que no le caen, como mínimo, tres. En cualquier caso, sorpresivamente, al final de año aprueba todas y pasa de curso. Y así vamos sorteando el tema.
Hasta ahora dábamos por hecho que el motivo de los suspensos estaba en la situación emocional que vive. Así nos lo habían trasladado tanto los Servicios Sociales, como su tutor y su psicóloga. Es más, los tres habían hecho hincapié en que superar esos problemas emocionales derivados del divorcio de sus padres sería la llave para mejorar en su rendimiento académico.
Como era de esperar, #SMQSY siempre ha negado la mayor porque si hay algo que queda claro, es que ella no va a variar su comportamiento ni un ápice. El motivo es que ella sigue diciendo que los problemas que arrastra su hija no se deben a su conflicto de lealtades, sino a que el padre le da unas palizas de muerte, entre otras cosas.
Así, entre dimes y diretes iban pasando los cursos hasta que, hace unos días, todo cambió…
Habemus culpable: «el niño»
Hace unos días recibimos un mail.
Como madre custodia y principal responsable del bienestar de la menor, te informo que X ha llegado muy cansada tras pasar la visita contigo. Tanto es así que está durmiendo.
Para dar más peso a su argumento, adjuntó una foto en la que, efectivamente se veía a la niña durmiendo. También se veía en los detalles de la foto que la había hecho hacía 5 meses. #SMQSY es muy fan de las pruebas gráficas; igual nos manda una foto durmiendo que un vídeo dando arcadas.
Según me ha dicho, no ha podido dormir en toda la noche por culpa «del niño», que no ha parado de llorar. Y parece ser que no puede dormir ninguna noche.
«El niño» no es esa serie de televisión sobre traficantes que protagoniza un buenorro de ojos azules, sino su hermano. Lo que pasa es que nunca se dirige a él como «su hermano» para disociar más la relación. En cualquier caso, su hermano raramente llora por las noches y, aunque duerme de pena, al menor gruñido ahí tiene el pecho para que se calle y no despierte a su hermana (cosa que me trae de cabeza porque la que no duerme soy yo).
Así que hoy tampoco podrá estudiar. Luego nos extraña que saque malas notas.
¡Tócate el higo, Rodrigo! Así que resulta que una niña que lleva suspendiendo hasta el recreo desde hace tres cursos, ahora suspende porque su hermano llora por las noches y no le deja dormir.
La verdad es que me alegró bastante este viraje argumental porque no es lo mismo suspender porque tu padre te da palizas de muerte y hace cosas peores, que suspender porque tu hermano llora. Puestos a suspender, obviamente, es mucho mejor que sea por lo segundo.
¿Aprobado general por el COVID-19?
Esta evaluación mi hijastra se ha presentado con 4 cates. Cuatro suspensos como cuatro templos. Se muestra reincidente en Mates, Lengua e Inglés y nos sorprende con un nuevo suspenso en Ciencias Naturales. La culpa, claro está, es de su hermano que lleva desde septiembre llorando, porque si algo sabemos es que su salud emocional es inmaculada.
Así que ahora estamos al borde del acantilado sin saber qué ocurrirá con su futuro: ¿tendrá que repetir como nos aconsejaba su tutor? ¿Pasará con el aprobado general? Si hay aprobado general, ¿saldrá su hermano indemne de tamaña afrenta? Si repite, ¿podrá solicitar su madre un 158 para que su padre deje de pegarle, de abusar de ella y, de paso, se cancelen las pernoctas hasta que su hermano duerma del tirón 12 horas?
Nuestro futuro no pinta fácil. Y eso que no hemos abordado la siguiente decisión: ¿irá a clase voluntaria de refuerzo en julio o no? ¿Se considerarán días lectivos o no lectivos? ¿Se considerará periodo vacacional? ¿Quién la llevará y la recogerá de clase? Solo de pensarlo me mareo.
16/04/2020 at 11:21
Buenos días Mamadrastra,
En primer lugar decir que ni soy madre ni madrastra por tanto, nunca he estado en la situación de ninguna de ambas.
Soy hija de padres divorciados desde los 9 años. Mi padre ha estado ausente durante largos períodos de mi vida, tanto emocional como físicamente y, por supuesto, económicamente, incluso cuando aún mantenían su relación.
Mi madre jamás me impidió tener relación con mi padre, ni tan siquiera después de su divorcio.
Cuando tenía doce años decidí ir a pasar períodos vacacionales con él a su lugar de residencia. Me encontré el primer año con un padre muy poco padre y mi madre preocupada porque me dejaba hacer lo que me diera la real gana. En esos momentos de disfrute vacacional sentía que mi padre era la persona que mejor me comprendía por el simple hecho de que no me ponía limitaciones (podía llegar a casa a altas horas de la madrugada, por ejemplo).
Durante mi siguiente periodo vacacional con mi padre me encontré con la agradable sorpresa de que mantenía una relación con una persona maravillosa que hacía mejor de madrastra que él nunca hizo de padre, hasta el punto de que comencé a decir en casa que realmente me iba con mi segunda madre más que con un padre. Mi madre se encontraba feliz al ver que ella, sin tener ningún tipo de obligación hacia mí, había adquirido las funciones parentales que mi padre no hacía y que, además, las realizaba con cariño y gusto.
Mi relación con mi padre término antes de cumplir la mayoría de edad y, también, su relación sentimental.
El único propósito de esta historia es hacer ver a esas madres o padres que intentan joder la vida de su homólogo y, con ella la de sus hijos, por el simple hecho de que tengan una nueva relación sentimental que en muchas ocasiones las madrastras y padrastros tienen un papel super importante en la vida de sus hijos puesto que conviven con ellos o pasan largos períodos en los que la mayoría se vuelcan por hacer feliz al pequeño.
Por supuesto que vuestro caso no es el mío. Ya me hubiera gustado a mí tener un padre como el que tiene la pequeña dictadora o simplemente tener un padre sin más.
Cuando llegue el momento de que la criatura sea mayor y se marche durante algún periodo de vuestras vidas (visto lo visto, lo hará en algún momento) siempre llevará en sus recuerdos los comportamientos que habéis tenido hacia ella y en algún momento cuando sea mayor volverán para poner en orden todo lo que ha vivido. En ese momento volverá a vosotros, estad tranquilos.
Mientras tanto, mucha fuerza y aún más paciencia para el largo camino que os queda.
16/04/2020 at 18:51
Perdona, abajo
16/04/2020 at 15:45
Hola! Notas, yo le temo cada vez que llega el periodo de notas. Desde que conozco a hijastro, hace 4 años y medio, solo ha sacado limpio, 6 de primaria, a partir de ahí, cuesta abajo y sin curvas. Mi chico se ha gastado una verdadera pasta, en clases particulares, porque no había que tirar la toalla con el chico. El año pasado, justo por estas fechas, se hartó, se cansó, dio un golpe en la mesa y dijo que no pagaba nada más. Nos dijeron, que repetía, que por más esfuerzo de última hora(es el único esfuerzo que hace), repetía, que si acababa el curso pagando profes particulares, era para que nunca, le echase en cara, que lo había dejado tirado. Con 5 asignaturas suspensas, le permitieron hacer un viaje a Londres, de fin de curso, porque ya estaba pagado. #smqsy, decía que no había que tirar la toalla con él, q había que darle otra oportunidad, oportunidad que llevo viendo durante más de 4 años que se le dan, pero que él no aprovecha.
Para su madre, que su hijo no estudie, es una deshonra, su hijo no puede ser de esos, es así de orgullosa, que le vamos ha hacer. Que pasó al final? El chico repitió, mamá cogió un berrinche(le encanta llorar delante de los profes) y papá dijo, que si quería sacar el curso, que lo hiciese por si solo, sin ayuda exterior (??). Primer trimestre de este curso (repitiendo), 3 suspensos, al chico hay que ponerle refuerzo exterior de matemáticas e inglés, segundo trimestre (ya en confinamiento), se olvida de las clases particulares online, le han quedado 5 asignaturas, porque se han basado en la pre-evaluación, mientras que su madre(voluntariamente)se ha confinado en su lugar de trabajo(se ve que no cuenta con su hijo para nada, porque está en casa con nosotros). Pues bien, hasta la tutora, ha reconocido que el chico estudiar le gusta, cero patatero y que no hay nada que hacer, pero según su madre, cuando está con nosotros, es cuando no presenta deberes ni tareas, pero eso si, se confina ella, dejando a su hijo, con los culpables de que no estudie. En fin, que al final, somos nosotros, los que no sabemos atender al chico, si ella viese, que con 14 años que va a cumplir, se pasa todo el día detrás de mí, y que me hace más caso a mi, que a ella…
Cielo, es una cruz que vamos a tener mientras ellas vivan, así que, mucho ánimo. Tú has formado familia preciosa y eso es lo que a ella le duele. Enhorabuena, corazón.
16/04/2020 at 18:50
?bravo amapola, se te ve nada más por cómo escribes bastante madura y fuerte ..a veces son los mismos padres los desgraciados de no haber tenido los cojones de saber apreciar un hijo/a , no todo el undo tiene la dicha.y mejor eso que tenerlo, y mal. Un beso
19/04/2020 at 11:57
No sabes como te entiendo. Si pudiera ponerme en contacto contigo. Muchas gracias