Las madrastras con una SMQSY corremos un gran peligro: quemarnos, pero no en la hoguera. Si fuera en la hoguera todo sería más rápido e indoloro.

Cuando hablo con otras madrastras, en seguida salen los mismos problemas. Estamos todas quemadas, hastiadas, hasta las mismísimas glándulas mamarias… Pero también me doy cuenta de que todas hemos caído en la misma trampa: hacer nuestro un problema que no es nuestro.

Que sí, que afecta a nuestra pareja y, por tanto, a nosotras…

Que sí, que si tenemos hijos, al final también les afecta a ellos…

Que sí, que es muy difícil mantenerse ajena a este día a día…

Que sí a todo, lo que queráis, pero no es nuestro problema (a no ser que ya nos ataquen directamente y entonces sea una lucha mujer a mujer, que tiene sus ventajas porque puedes dar totas de forma más barata a nivel judicial, pero no suele llevar a buen puerto).

En definitiva:

Not my circus. Not my monkeys

De madrastra quemada a madrastra tostada

Durante todo estos años yo he ido intentando distanciarme del tema, pero me ha resultado muy complicado. Eso no quita que, por temporadas, haya ido haciendo cosas que me han ayudado a no quemarme del todo, aunque siempre te tuestas. Sin embargo, como me gusta la marcha, al final he vuelto al barro.

En cualquier caso, quiero comentaros cuatro cosas que a mí me han funcionado cuando las he hecho y que han evitado que me queme totalmente.

Olvídate de sus correos

¿Cuántas de vosotras leéis los correos que envía SMQSY? ¿Cuántas os acordáis de sus muertos? ¿Cuántas os ponéis a escribir la contestación? ¿Cuántas los leéis, releéis y volvéis a leer? ¿Cuántas corregís el correo que le va a enviar el padre y os adelantáis a sus contestaciones para preparar el próximo movimiento como si fuera una partida de ajedrez?

Bueno, pues no os imagináis lo bien que se vive cuando te olvidas de sus correos. Sus correos son suyos. Que los escriba él; que conteste él; si se equivoca, pues mira… ya está. Total, ¿creéis que los jueces se leen las ristras de 300 correos? Nah…

Por otro lado, ¿creéis que si no quiere, va a entrar en razón porque le expliquéis las cosas mil veces o de mil formas o deis explicaciones? Yo sigo entrando, pero solo cuando hay que contestar a un correo clave que desate su ira y que le haga perder los papeles por escrito, como hoy 🙂 . En ese caso, pongo mi mente calculadora a trabajar. Pero esto desgasta demasiado y en correos del día a día ya no entro.

Oídos que no oyen, corazón que no siente

¡Pero qué bien se vive en la ignorancia! Yo estuve unos meses totalmente ajena a todo cuando me quedé embarazada y me puse de parto a las 25 semanas tras leer un correo de SMQSY. Así que ese día dije: Hasta aquí. Y viví fenomenal unos meses.

De verdad, si estás muy quemada, lo mejor es que no te cuente. Que se desahogue con sus amigos, su familia… lo que sea, pero que solo acuda a ti para lo realmente crítico. Las historias del día a día y que desgastan un montón, que las gestione él.

Esto no quiere decir que no lo apoyes. Yo, cuando he hecho esto, me he sentido culpable porque me ha dado la sensación de que no le estaba ayudando. Pero si estás mal, difícilmente vas a poder ayudarle bien. Es mejor tomar distancia y desconectar.

Busca tiempo para ti

Esto es esencial… Esencial. Busca tiempo para dedicarte a ti, para tener una vida más allá de lo que hay en casa. Aunque parezca una tontería es como si tienes una olla exprés y le vas levantando un poquito la válvula.

Etas situaciones son tremendamente estresantes y es importante ir levantando la válvula para no explotar. Yo esto lo hacía antes, pero desde que tuve al niño es imposible, así que se me junta todo. Y claro… hay días que exploto, como Rafaela Carrá.

¡Calla al mono!

Y, por supuesto, calla al mono. Cuando haya un problema y veas que no puedes parar de pensar en él, que no paras de leer una y otra vez el correo; que hasta imaginas lo que le dirías… Cuando te da la sensación de que tienes en tu cabeza un mono histérico hablándote constantemente sobre la última putada que os ha hecho: cállalo.

Cambia tu pensamiento. Piensa en otra cosa. Oblígate a pensar en otras historias, pero no te dejes llevar por esos pensamientos, que solo van a arrastrarte a un bucle del que no va a salir nada bueno.

Como os decía, no es que yo siga estas cuatro premisas (que lo he intentado mil veces), pero sí he seguido alguna por temporadas y tengo que reconocer que ha sido un balón de oxígeno. Así que espero que puedan ayudaros.