La ropa suele ser uno de los principales caballos de batalla en los divorcios conflictivos. En teoría, quien tiene la custodia exclusiva tiene que proporcionar la ropa a la otra parte, pero esto es solo la teoría.

Teniendo esto en cuenta, hay diferentes fórmulas. Hay quienes al inicio del curso escolar o del año, proporcionan ropa al progenitor no custodio de forma que los niños tengan ropa en ambas casas. También hay quienes optan por hacer una maletita cada quince días con la ropa que necesitarán para el fin de semana; y lo mismo para las vacaciones. Pero… también hay quienes se pasan estas cosas por el arco custodio. Este es nuestro caso.

Nuestro régimen es una custodia exclusiva con un régimen de visitas amplio de visitas a favor del padre. Es decir, mi hijastrita pernocta dos días a la semana y un fin de semana de cada dos en casa. Es lo que se conoce como una custodia compartida encubierta.

En nuestro caso, aunque la niña pasa el mismo tiempo en las dos casas (incluso veinte días más en la nuestra según caigan los puentes), #SMQSY debería proporcionarnos ropa ya que, en teoría, a nuestra casa viene de visita y, por ese motivo, la cuantía de la pensión es mayor. Sin embargo, #SMQSY se pasa sus deberes por su santísimo arco custodio y no solo no nos proporciona ropa, sino que se queda con la ropa que compramos.

6 tretas de #SMQSY para no comprar ropa y mangarnos la que compramos

Hace tiempo que optamos por comprar ropa al inicio de curso sin intentar consensuar nada con el fin de que tenga ropa de diario en casa. Camisetas, pantalones, ropa interior… Todo lo que pueda necesitar. A partir de ahí, comienza el intercambio diario de ropa y, con el intercambio, los mails, las reclamaciones… En definitiva: las putadillas.

Ponerle ropa pequeña

A #SMQSY le encanta ponerle ropa tres tallas más pequeña, por lo que no es difícil confundir a mi hijastrita con una bailarina de Valerio Lazarov. Ante esto, tenemos dos posibilidades: o le volvemos a poner ropa pequeña para ir a clase o se la cambiamos por una de su talla. Habitualmente le ponemos ropa de su talla, lo que hace que vayamos acumulando camisetas y pantalones de cuando tenía 5 ó 6 años, pero bueno. Dos veces al año, metemos todo en una bolsa y lo llevamos al contenedor de la ropa reciclada.

Ponerle ropa rota

La ropa rota es otro must de #SMQSY. Últimamente viene con ropa rota de casa de su madre (quien previamente nos avisa de que la ropa que lleva está rota porque la hemos cortado nosotros con unas tijeras. WTF!) El caso es que nos la comemos porque, obviamente, no la vamos a mandar al cole con agujeros en los pantalones. Esto, normalmente, termina en un mail de #SMQSY a los Servicios Sociales en el que les implora que hablen con el padre para que deje de romperle la ropa con las tijeras.

No meter ropa de recambio

Todos los días tiene que llevar ropa de recambio para hacer deporte o para otras actividades como natación. Bien, pues siempre falta alguna prenda. Nosotros hemos optado por mandarla al día siguiente a clase con el mismo número de prendas que haya traído, pero claro, esto conlleva jarana.

En cuanto llega la niña a casa de #SMQSY nos llega un correo diciéndonos que ha llegado con menos prendas de las correspondientes, asegurando que ella metió toda la ropa y que nos la hemos quedado. Acto seguido, amenaza con ponerlo en conocimiento de quien estime oportuno (no sé si será el Fiscal del Condado, como en las pelis americanas). Además, de vez en cuando, informa al profesor de Deporte de que su hija no lleva ropa de recambio porque el padre no le mete. Curiosamente, toda la ropa que supuestamente nos quedamos (incluidos bañadores) termina apareciendo días más tarde: bien porque la trae mi hijastrita puesta o porque viene como prenda de recambio.

Meter la ropa en un agujero negro

Hay ropa que, conforme llega a su casa, cae en un agujero negro y nunca más se vuelve a saber nada de ella hasta que dos o tres años después empieza a ponérsela para que, una vez le está pequeñísima, nos la quedemos nosotros. Este es el enfermizo caso del Misterio de las Camisetas Interiores.

Robarnos ropa de fin de semana

Esto nos lo hizo una vez y nunca más. Hace unos años la llevamos a casa de #SMQSY con motivo del Día de la Madre. Al ser domingo, fue con «ropa de fin de semana». Cuando la recogimos, le había quitado toda la ropa y la había sustituido por ropa del colegio. Nunca más volvimos ver esa ropa. Desde entonces, cuando visita a #SMQSY va con ropa del cole, sea el día que sea.

Ponerle ropa que no es de temporada

Esto es también súper habitual. En invierno le pone camisetas de manga corta, tirantes, etc. De modo que nos vemos obligados a sustituirlas por camisetas de invierno. Y, en verano, conforme va asomando la canícula en junio, se nos presenta con camisetas interiores de manga larga. No encontramos explicación a este fenómeno, pero el caso es que es otra forma de menguar nuestras reservas de ropa y sustituir las suyas por ropa de temporada sin gastarse ni un duro.

¿Cómo puedes reclamar la ropa al progenitor custodio?

Lamento comunicaros que esto tiene mala, por no decir ninguna, solución. Nosotros lo hemos intentado de mil maneras: con correos, a través de los Servicios Sociales, a través de la abogada… Nada. No hay manera. Sus respuestas han sido múltiples y variadas: desde el «Estás mintiendo porque yo te paso religiosamente la ropa todos los cursos escolares», hasta el «No estoy obligada a pasarte ropa porque no lo especifica la sentencia» pasando por el:

«Tú lo que quieres es maltratarme económicamente y que me deje el dinero en ropa para que no pueda comer. Pero si tengo que quitarme el pan de la boca para vestir a mi hija, lo hago con mucho gusto».

Recurrir a la vía judicial no merece la pena tampoco, así que lo único que podéis hacer es fastidiaros e intentar ser lo más prácticos posible . Al final, esto es una cuestión de supervivencia y a veces es mejor vivir en paz que ganar la batalla.